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La Dole

Del Castillo de Bonmont a La Dole

Como no se puede ir a Francia por el confinamiento nos hemos decidido a hacer una salida en Suiza. Hacía tiempo que quería subir en bici a la Dole pero esta vez lo hemos hecho a pie. Yo ya había estado allí pero había pasado por la parte francesa desde La Vattay. Había ido en invierno un día que no olvidaré por la tormenta que me cayó, pero bueno, eso en otro post ;-)

Hemos comenzado a media mañana y la subida no es muy fuerte. Hemos encontrado unos hormigueros gigantes por le camino! Habían muchos de un metro de altura.

hormiguero

Eran impresionantes y las hormigas estaban muy activas. Empieza a hacer frío y pronto empezarán a esconderse para pasar el invierno.

Hemos seguido el camino hacia arriba pasando varias veces por la carretera que estaba llena de coches y de ciclistas. Como casi todo está cerrado a la gente le a dado por ir a la montaña... Que remedio!

Vamos siguiendo una ruta marcada con los clásicos rombos amarillos suizos y con una aplicación de aquí "SwitzerlandMobility" que está muy bien para el teléfono. Tampoco es que nos fuéramos a perder, pero bueno, no está de más llevar una guía local.

Después de una hora y algo llegamos al Chalet de la Dole donde habían un millón de coches y gente paseando por doquier... Los clásicos domingueros que suben en coche hasta 50 metros antes de la cumbre ;-)

De allí ya se veía la clásica bola de La Dole que es una estación meteorológica, radar militar, radar civil...etc..

Estaba el camino, "normal" pero mi hijo tiene la brillante idea de acometer la subida "en recto" me dice:

––Papá, vamos recto! Yo quiero subir por ahí

Yo miro la pared, le miro y digo que de ninguna manera! Hay un muro de al menos 40 metros al final y aunque calculo que sería un 3, 4 de escalada no íbamos a arriesgarnos sin cuerdas ni arneses a 1600m de altura!!

Y él...insistiendo...

––Bueno, si no es recto, recto... porqué no por "ahi"

Es verdad que era menos peligroso a simple vista y solo se veía una pequeña "escaladita" al final, así que accedo y vamos por ahí.

Hay que decir que nadie, absolutamente nadie subía por ahí, se veía muy solitario y estaba lleno de cabras montesas (signo de que no era un camino transitado)

Al principio, parecía relativamente fácil pero... Conforme íbamos cogiendo altura, pasamos de "dos patas a cuatro" y la cosa, como muchas veces, se complicó...

El nano, la verdad es que es valiente! No se amilanó y subió! Pero fue muy, muy peligroso. La última pared debía tener unos 10, 15 metros pero estábamos muy arriba y si resbalabas caías un mínimo de 30 metros!! Que locura!

Para agravar un poco más la cosa, lo que parecía pared, era en realidad un conglomerado de tierra dura e inestable. La verdad es que pasé algo de miedo y me sentía muy culpable de no haber sido más responsable y haber dicho que no, pero bueno, ahí estábamos en mitad del muro!

Y salimos!!! Tim el primero!! Como una gacela trepó y me esperó arriba "jaleándome!!" que tío! Es un niño muy valiente! Yo lo tenía más difícil porque como peso más la pared cedía a veces y no tenía donde agarrarme... Que estrés! Pero bueno, lo conseguimos y subimos!!!

subida

Las vistas desde allí eran preciosas y pude relajarme un poco.

subida

Ya no faltaba casi nada pero nos encontramos con otra dificultad, el viento. Soplaba muy, muy fuerte. Por la tarde comprobé los datos de la estación meteorológica y habían soplado a 95 km/h de racha. Esto hizo que la última parte que está un poco expuesta fuera bastante dura porque el viento te tiraba al vacío literalmente. Tuvimos que tirarnos al suelo varias veces para evitar la sensación de que íbamos a caer.

Pero al final, la recompensa! Una salida memorable!!!

llegada